Que Puedo Ofrecer para ser Amado

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Es indudable que en todos los seres, existe la necesidad de ser amado. Esta necesidad tiene 142_que puedo ofrecer para ser amadosu origen en la característica propia del alma, que tiene que ver con el amor que Dios impregna en cada una de ellas al momento de la Creación. La vida es una búsqueda permanente de la satisfacción de esta cualidad de amor.

Sin embargo, debido a los diferentes deseos, a las circunstancias materialistas en las que nos vemos expuestos, este amor puro del alma queda oculto, y se viven ilusiones con los seres que se relaciona tales como decepciones, maltratos y desamores.

La pregunta, ¿qué tengo para ofrecer y merecer ser amado? Esto es una meditación muy importante porque nos permite definir lo que tenemos que cambiar en nuestra vida para que definitivamente seamos amados y seamos capaces de amar a otros. Porque después de todo, ¿qué somos sin amor? y así también nos preguntamos; ¿qué es el amor? , y ¿cuál es el amor más puro?
Srila Prabhupada (Maestro espiritual que trajo Conciencia de Krishna a Occidente) dijo: “El amor más puro y más grande que hay en este mundo es el de una madre por su hijo”, pues ella sólo tiene sacrificio para él y nunca se relaja en su sentimiento. Debemos tomar esto como ejemplo para entender que amor significa sacrificio. Sacrificio para ser mejores,
sacrificio para darles a otros bienestar.

Sin embargo, es increíble ver como la mayoría nos mantenemos ansiosos por ser amados, pero somos poco amables y con bajo nivel de sacrificio y falta sinceridad en nuestras relaciones. Por eso es positivo cuando existe el sentido del deber en la relación, porque incluye la realización de que no podemos hacer lo que queramos, y que más bien tenemos que hacer lo que es nuestro respectivo deber como hijos, hermanos y amigos; esposos, padres, etc.

Uno de los mayores problemas es que en este mundo somos hipersensibles con nosotros mismos, pero bastante insensibles con los demás; basta que nos miren raro y ya nos resentimos, creamos muros en nuestras relaciones, nos distanciamos, reaccionamos exageradamente, pero cuando hablamos a los demás somos rudos al máximo grado. Uno puede comprender por qué es que tanta gente en el mundo se intoxica insensatamente en contra del bien de su propia familia o de su salud, y es simplemente porque no sabe hacia dónde destinar el inmenso afecto potencial que tiene en su corazón.

Para desarrollar relaciones de corazón a corazón es necesario aumentar nuestra intensidad y calidad de entrega. Anteriormente, mencionamos que el mejor amor es aquel que surje de la relación madre e hijo, pero claro otro tipo de amor es aquel en una relación de pareja cuando se experimenta un apego y un sentimiento hacia otra persona, yendo a la intensidad del amor conyugal. Cuando se hacen las cosas de la mejor manera para complacer a la otra persona, ese apego produce una intensidad y una calidad muy superior. Hacer las cosas de otra manera, con energía negativa, explotadora, obviamente traerá malos resultados, pues todo se convierte en lujuria.

Es muy bello que exista una meta de dedicación y un compromiso porque eso es lo que se puede llamar amor. Si usted quiere ser amado, la relación que tenga con los demás, y sobre todo con la persona de la cual se espera ese amor anhelado, debe basarse en un compromiso de dedicación completa, irrevocable e incondicional, y eso es justamente lo que las sagradas escrituras védicas han enfatizado como la apropiada relación con Dios. Entonces, es muy importante la práctica de este Dharma (deber), de la rendición, el servicio atento y amoroso a todas las personas, pero por sobretodo con la Suprema Personalidad de Dios, eso es algo muy serio en nuestras vidas. Nuestra relación y amor con Dios debe ser de esa índole: un compromiso total que nos califique para tener la esperanza de que algún día nuestra relación con el Supremo y con todos los demás sea sincera, dando oportunidad al amor universal.

Debemos ser amorosos, agradecidos, apegados y sumisos, para entrar en la mística de Su voluntad, adoptando las enseñanzas para reajustar nuestras actividades y alcanzar una verdadera calidad en el amor, sin el cual no podemos vivir. El amor verdadero, no está en un nivel que te ata a lo material, que no satisface de ninguna manera nuestra alma. Por el contrario, el amor verdadero al Señor puede llevarnos a la única y real misión, y a la plenitud de nuestra individualidad. Porque amarse y amar significa buscar el mayor bien para si mismo y los demás, y porque el mayor bien de todos es tener a Dios, y no podemos hablar de amor sin tenerlo a Él en el centro. Cuando uno ama a Dios uno puede amar a todos y ese es un sentimiento muy intenso, que uno puede vivir cuando entrega su corazón a ello, y ese amor nace en Dios y se satisface en Dios.

Es el amor a Dios el que prenderá el éxtasis en nuestros corazones por haber nacido y recibido esa oportunidad de servir y de estar cerca de Él y de quienes son Sus representantes, que pueden aconsejarnos de la mejor manera para nuestra vida espiritual. Anímese a ir más allá, y a desarrollar el verdadero amor para Dios y para Su creación.

Fuente: Colección Sabiduría Védica
Autor: Swami B.A. Paramadvaiti