Ser consciente, es ver la realidad de que existe un Supremo Creador, un Supremo Hacedor y Supremo Mantenedor de todo y de todos. Que esa Suprema Personalidad no eres tú sino Dios. Es ser realista y honesto consigo mismo y reconocer que si estás aquí, no es por cuenta propia, sino que tu vida y tu existencia dependen del mantenimiento de ese Ser Supremo.
Los elementos que Él provee a través de la madre naturaleza te mantienen vivo, en un intercambio de sutiles estados de conciencia, no automático, en el que todo está configurado perfectamente: tierra, fuego, agua, aire y éter; ¡todos éstos elementos materiales proveen lo que tú necesitas para existir! Para respirar, refrescarte, tener sangre en tus venas para el sostén de tus huesos que te permiten estar de píe y en continuo movimiento.
Tus sentidos te permiten percibir lo que ocurre fuera de tu cuerpo. Tu oído te facilita el contacto con los sonidos y, a la vez, activar la mente para discernir su significado es algo espectacular, y nada de esto fue creado por ti.
No hay nada imposible, todo es maravilloso y milagroso. Tú debes ser honesto y consciente de ésta dependencia de Dios y agradecerle por ello, pues Él es el origen de tu existencia y de toda la creación. La madre naturaleza por ejemplo, que nos provee de todo, es una maravilla llena de milagros, místicas, enigmas e incertidumbres que tú no puedes descifrar. Las semillas tan diminutas, al ser plantadas pueden traer una nueva vida, un ser que luego crece bastante, como por ejemplo, un árbol y que además está equipado con todo lo necesario para su existencia. ¿No te maravilla esto?…¿De dónde viene la fórmula de la semilla? El Señor Supremo es el origen de todas ellas; Él es el creador de este tejido de la vida. La Madre Naturaleza es la gran creación de Dios para mantenernos en este mundo, para darnos alimentación y abrigo, y debemos ser agradecidos con Él, siendo agradecidos también en el cuidado de ella. Es fundamental para los seres humanos comprender que toda entidad viviente es parte de la creación, y que se encuentra cumpliendo un rol, una función importante, por ello, respetar la vida y el derecho a la vida es básico para desarrollar una vida consciente.
Si desarrollas fe en ello, añorarás servirlo, agradecerle por todo. De ésta manera descubrirás una alegría muy grande, en el hecho de que aparte de mantenernos, Él nos quiere tanto que ha dado a nuestra existencia un significado bello para que podamos encontrar conocimiento, bienaventuranza y eternidad.
El regalo de Srila A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (Maestro espiritual de India), es el gran aprecio por esa simple realidad de que fuimos creados y somos mantenidos y que debemos hacer algo para acercarnos a este Creador, a fin de conocer cuál es Su voluntad al crearnos y qué espera de nosotros.
Ese es el anhelo de conocer la Verdad, que nos llevará a descubrir cuál es el amor que Él quiere que nosotros desarrollemos cómo podemos tener una vida de plenitud, cómo debemos afrontar las continuas dificultades por haber aceptado un cuerpo material qué es el libre albedrío cuál es nuestra responsabilidad y qué nos pueden llevar a encontrarnos con este amor perfecto que sacia hasta la sed y añoranzas más ambiciosas.
La existencia de la pregunta implica la respuesta así como la existencia de quien busca ser amado, implica a quien pueda responder a ese amor. El Señor es el único que puede corresponder el amor de todos en forma tan maravillosa. No excluye a ningún ser.
Es Su amor universal, que lleva a todos a ser parte de Su mística suprema de amor.
Como ser humano, no tienes el poder de desafiar a la fuente que te mantiene y de la cual depende tu existencia. Llegar a hacerlo sería un gran error, un gran atrevimiento impulsado por la envidia. De otra manera, la simple observación del aspecto externo de la creación, que es algo tan grandioso, te puede regalar respuestas inmediatas, que te despertarán algún tipo de fe. El Creador, quien ha generado todos los elementos y las dimensiones más allá de lo que se puede medir, es aquel que siempre te observa y te tiene en cuenta y a quien hay que retribuir, teniéndolo presente, o al menos, dejando la indiferencia acerca del real propósito de Su amor.
Conocimiento es comprender la causa de las leyes de la naturaleza, pues concretamente el propósito de la vida humana es conocer la Ley de Dios y obedecerla, éste es el camino que nos lleva a todos a la perfección.
El acercarse a este plano puro del amor, de la devoción, requiere el desarrollo de la humildad y espíritu de servicio, para descubrir algo que es tangible y es la posición eterna de tu alma, pues eres creado a imagen y semejanza de Dios.
Aún hay tiempo para que te encamines y sigas al maestro dentro de tu corazón, cuyas instrucciones están eternamente certificadas por las Sagradas Escrituras Védicas.
“El Señor es el único que puede corresponder el amor de todos en forma tan maravillosa”.
Fuente: Colección Sabiduría Védica
Autor: Swami B.A. Paramadvaiti