Quien es el propietario

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savasyam idam sarvam
Yat kinc jagatyam jagat
Tena tyaktena bhunjitha
Ma grdhah kasya svid dhanam

“El Señor posee y controla todo lo animado e inanimado que hay en el universo. Por eso, uno sólo debe aceptar aquellas cosas que le sean necesarias y que se le han asignado como su 119_quien es el propietariocuota, y no debe aceptar otras cosas, sabiendo a quién pertenecen”.

El tema de la propiedad en este mundo es una gran complicación, pues de hecho nada nos pertenece, lo que es posible corroborar en el momento de la muerte, ya que no llevamos nada con nosotros, inclusive el cuerpo del cual hicimos uso mucho tiempo también se queda en este mundo material.
Siempre existe una competencia por tener más y más bienes, hasta muchas veces tenemos que presenciar una gran pelea entre familiares
para definir qué les pertenece a cada uno.

En el mundo de hoy estamos rodeados de noticias en las cuales se informa que alguien murió al poner resistencia, cuando un ladrón lo iba a asaltar para robarle algo, es así, que incluso uno muchas veces arriesga la vida para intentar mantener algo material por creer que eso nos pertenece, y de igual manera el ladrón roba por creer que lo que tiene otra persona, le pertenece a él haciendo uso de la violencia para extraerlo.

La noción de propiedad es una de las primeras manifestaciones que aparece en el ser condicionado, luego de aprender la segunda palabra que es “mamá”, el individuo registra el concepto de “mío”, que aparece como una enfermedad que estamos arrastrando de vidas pasadas, pues toma un buen periódo de tiempo comprender y asimilar la palabra “tuyo”. Por tener un juguete, el niño puede hacer un gran alboroto, y cuando él obtiene lo que ha exigido con su berrinche, en un solo minuto ya lo bota porque perdió el interés. Así, como en los pequeños, en los grandes es lo mismo, el sentido de ser disfrutador o propietario, es una ilusión que nos acompaña gran parte de nuestra vida, por no decir, toda la vida.

El Supremo autócrata existe de sí mismo y para sí mismo, Él es absoluto, y es todo, y todos somos partes de Él. Vean un ejemplo: Una persona puede vivir de manera humilde, trabajando honestamente y cumpliendo con sus deberes en este mundo, y así tener una vida relativamente tranquila y avanzar espiritualmente. Mientras que personas con intereses lejanos a los espirituales y más bien con deseos de tener más y más cosas materiales, siempre quieren más de lo que se les ha dado en forma honesta, matan, roban, mienten y viven en un infierno.

Por la razón mencionada anteriormente, es que muchas personas atraídas hacia vida monástica nos han dado el ejemplo extremo, como los peregrinos que caminan por el mundo sin apego a las ropas, a las marcas, ellos han tomado ese camino para liberarse de los apegos equivocados y también para dar un ejemplo al mundo de que existe un placer superior, transcendental. Uno no es ni siquiera dueño de su propio cuerpo, menos del cuerpo de la esposa y de los niños y/o niñas, o de otras entidades vivientes. Para aclarar este tema Dios dijo:

“Yo soy el disfrutador de todo, incluso de toda las austeridades que hacen los trascendentalistas, y también Soy el Controlador de todo, nadie puede escaparse de Mi influencia, Yo les he dado el libre albedrío para que me puedan amar y servir. Yo no soy indiferente para con nadie, Yo soy el amigo de todos”.

Lo que Dios ha puesto sobre uno Él lo ha entregado por Su amistad, por Su cariño con Su creación. Dios otorga todo lo que uno necesita para vivir, si eres un jefe de hogar, necesitas un rincón con techo, alimentar tus hijas y/o hijos y educarlos sanamente, y Dios otorga esto virtualmente a todos los residentes de la Tierra; y los que quieren tener un palacio, Dios también se los puede conceder, hasta un imperio, pero luego viene el examen, vas a ser evaluado por todo lo que has hecho con los recursos que el Señor te ha proveído.

Otro tema, es que muchas veces hombres y mujeres se creen dueños del sexo opuesto, pero esto también es una gran ilusión, pues todos somos hijos de Dios y pertenecemos a Él. Más le vale a uno aceptar a quien es el propietario verdadero y colaborar para que los recursos no sean desviados de su propósito, porque así estos recursos causarán alegría y servicio a la humanidad; en caso contrario, sólo vendrá ansiedad y pésimas reacciones karmáticas para los abusadores, pero lo más importante de todo es la pregunta ¿A quién le pertenece nuestro amor?

En la vida espiritual, la tradición monástica vaishnava se aprende fácilmente, pues todo pertenece a la causa común y al maestro espiritual, quien como cabeza de la familia espiritual dispone de los recursos para glorificar al Señor y así bendecir a la humanidad.

Nuestro amor es el tesoro más valioso que tenemos y los sabios han dicho que todo lo que no regalamos lo vamos a perder, así si no regalas tu amor a Dios lo vas a perder, permaneciendo en temas materiales, donde todo el mundo quiere ser el centro y ser servido por los demás. En realidad, si utilizamos la cuota que Dios nos ha concedido para servirlo a Él y al bien de la humanidad, nunca seremos esclavizados por nuestros apegos, y podríamos llegar en el final de la vida al mundo espiritual.

Lucha por este ideal, y se firme, vendrán pruebas, pero tu determinación será el aliado que necesites para comprender quién es el dueño absoluto de nuestras vidas.

Fuente: Colección Sabiduría Védica
Autor: Swami B.A. Paramadvaiti